Cuando conocí a mi novia

La vida puede llegar a ser cruel con las personas, puedes llegar a creer que nada tiene sentido en este mundo, creer que el amor solo es para los débiles, para aquellos que solo viven de ilusiones en la vida, todos estos pensamientos llegan a la mente de un ser humano, cuando nos damos cuentas de la maldad del ser humano, que ya quedan muy pocas personas de bien.
Yo he sido uno de esos jóvenes, que nunca ha fumado, que nunca se ha emborrachado, que nunca se ha drogado, y que siempre ha intentado agradar a sus padres y hacer sus deberes en el colegio, no he sido un joven modelo, pero siempre he intentado hacer mis esfuerzos con la convicción de llegar a ser alguien en la vida, pero, parece que el esfuerzo ya esta pasado de moda, que si en este mundo no eres un chico que se acuesta con la primera tipa del colegio, que si no fumas, que si nunca te has emborrachado, solo eres un santurrón con data de envase medieval, y si, desgraciadamente es así, es difícil que en el mundo de hoy una persona asi logre encontrar una mujer que le quiera, porque o estas muy encerrado en ti mismo y en tus preocupaciones, o esa mujer perfecta, esa mujer que te complementaria, ya se la cogió otro.
A los 16 años, empece a perder la confianza en el amor, empece a creer que debería guiarme solo por la razón , que no debería enamorarme de nadie mas en la vida, que el amor solo provoca el dolor, que solo debería estudiar y encontrar un buen trabajo, que la vida no esta para desaprovechar el tiempo tonteando, pero todos esos pensamientos se cayeron abajo cuando la conocí a ella, a la estrella que iluminó mi vida, la que trajo la felicidad, mi alma gemela, la persona que amo tanto en sus virtudes como en sus defectos.
Que bonito es cuando el amor toca a tu puerta, que bonito es poderse sentir amados, que bonito es encontrar a alguien con el cual puedes hablar todas las cosas sin deberte avergonzar de ello.
Cuando la conocí no podía creer en lo que tenia delante de mis ojos, lo que siempre había soñado, lo que siempre había pedido, habia llegado a mi puerta, lo tenia delante de mis ojos,y ahora no la quiero dejar ir, quiero estar para siempre con ella.
Después de estas vivencias he llegado a creer que la vida es injusta con los buenos, pero que si tenemos paciencia y no renunciamos a nuestros valores, algún día cada uno recibirá lo que necesita.